Seguramente has escuchado hablar más de una vez sobre la meditación mindfulness para controlar la ansiedad, pero para quienes no la conocen, este es el momento ideal para relajar la mente, predisponerse y experimentar una práctica guiada de mindfulness. Cuando buscamos regalos gratis, lo primero que se nos viene a la mente son productos tangibles, tocables, pero la realidad es que también podemos obsequiar experiencias y vivencias personales, para conocerse y reencontrarse con uno mismo.
Aunque pueda parecer similar, es importante mencionar que no se debe confundir a mindfulness con la técnica de la meditación, ya que la primera es una filosofía de vida e incluye en ella la práctica de la meditación, por lo tanto, son conceptos diferentes pero que se relacionan.
Uno de los objetivos del mindfulness es mejorar la calidad de vida de las personas, pero de una manera concreta y demostrable, dejando de lado cualquier práctica religiosa o creencia alguna.
Pues bien, en el artículo de hoy día vamos a conocer más acerca de la terapia de meditación del mindfulness para la ansiedad. Veremos qué es específicamente, cuáles son los beneficios que aporta a nuestra mente y, por último, aprendemos algunos ejercicios para practicarlo en casa.
Qué es el mindfulness
Cuando buscamos despejar la mente y, posteriormente, relajarnos, lo primero que hacemos es practicar un deporte. De esta manera, el cuerpo expulsa toda la energía acumulada, genera endorfinas y nos sentimos cansados pero livianos, con los pensamientos en blanco.
Otra alternativa a la que solemos acudir en momentos así, es a la meditación. Unos minutos de silencio, música calma, aromas, son algunas de las técnicas utilizadas para que el cuerpo se libere de todo el estrés del día a día.
Ahora bien, como adelantamos, el Mindfulness es una filosofía de vida, no del momento, y que en ella está incluida la práctica de la meditación, en la que se busca llegar a un estado de tranquilidad y atención centrada en un pensamiento o en un objeto. Con ella se intenta liberar la mente de todo pensamiento nocivo.
En el caso del Mindfulness, busca lograr un estado de concentración profunda por medio de distintas técnicas en particular. Una de las tareas es separar a la persona de sus pensamientos y así identificarlos y poniendo gran atención en el presente, es por ello que el “aquí y ahora” tiene un gran peso en esta filosofía.
Mindfulness quiere decir consciencia, atención plena, por lo que da lugar a prestarle atención, de manera consiente, al tiempo presente, y conectarnos con lo que se vive hoy, en este preciso instante.
Con esta práctica lograremos tomar consciencia de nuestra vida, de nuestra realidad, y así poder enfrentarlo y trabajarlo para mejorar día a día.
Beneficios del mindfulness
Con el correr de los años, el mindfulness se ha empleado como soporte en diferentes tratamientos para solucionar problemas de salud tales como el insomnio, el estrés o la ansiedad.
Es por esta razón que, si buscamos diferentes técnicas que nos mantengan en paz, relajados, conectados, y que al mismo tiempo aporte beneficios para el organismo, el mindfulness es la respuesta.
Ayuda a la concentración
Esta filosofía de vida tiene por objetivo entrenar la mente y la atención para poder conectar e identificar los pensamientos del presente. Se relaciona estrechamente con el funcionamiento atencional y la flexibilidad cognitiva, es por ello que ayuda a alcanzar una concentración plena.
Controla sentimientos nocivos
Gracias a sus ejercicios de respiración consciente, el sistema nervioso central se relaja y libera diferentes hormonas que producen bienestar mental y físico. De esta manera, el mindfulness reduce los niveles de estrés, de depresión y de ansiedad, eliminando actitudes impulsivas y sentimientos dañinos para la mente.
Retrasa el envejecimiento
Cuando el cuerpo se encuentra expuesto a sentimientos negativos como el estrés, el insomnio o la ansiedad, parte de nuestras células mueren, provocando así que el organismo envejezca.
Llevar una botella de agua a todos lados y practicar mindfulness, tanto los ejercicios constantes de respiración como los de meditación, retrasan el envejecimiento de cuerpo.
Reduce el insomnio
Antes de ir a la cama, existen diferentes técnicas y ejercicios que podemos realizar para asegurarnos un buen sueño y descanso pleno. Una de ellas es la meditación. Colocarnos en un lugar a oscuras, cómodos, relajados, respirando conscientemente, hará que nuestras pulsaciones bajen y el organismo se calme y pueda conciliar el sueño.
Mejora la salud
Al poner en práctica esta filosofía y sus ejercicios de meditación, la tolerancia al dolor y nuestra consciencia incrementarán notablemente, gracias a la atención y al reconocimiento focalizado en cada pensamiento del aquí y del ahora, ya que se estimula un estado de mayor relajación y tranquilidad.
Ejercicios para controlar la ansiedad
Para llevar a cabo la práctica del mindfulness, es necesario ejercitar diariamente la mente y el cuerpo, para así poder disfrutar de todos los beneficios nombrados anteriormente. Son lo suficientemente simples como para realizarlos en casa nosotros mismos.
Lo importante es que seamos conscientes y predispongamos el momento y el espacio físico para realizarlos, de esa manera mejoraremos nuestra productividad y nuestra capacidad de relajación.
Respiración profunda
Así como realizamos ejercicios para el suelo pélvico, para fortalecer los músculos del abdomen, la respiración profunda es fundamental para entrenar y fortalecer nuestros pulmones y la concentración.
Debemos tomar un minuto y concentrarnos en nuestra respiración. Para llevarlo a cabo exitosamente podemos:
- Dejar los ojos abiertos y respirar con el diafragma. Una inspiración profunda por nariz y exhalación por boca.
- Visualizamos una imagen que nos guste, que nos brinde paz y armonía.
- Repetimos las veces que consideremos necesarias.
Observación consciente
En este ejercicio es imprescindible elegir un objeto tangible. En él volcaremos toda nuestra atención. Solo observamos y nos enfocamos solamente en él.
En ese preciso momento, entenderemos como la mente se centra en el objeto, en el presente, y deja de lado cualquier pensamiento o sentimiento secundario.
Atención en la respiración
Pues bien, en este punto centraremos la atención en nuestra respiración en el momento justo en el que se produce una señal ambiental.
Esta puede ser el timbre de la casa, el sonido del teléfono, un sonido del exterior, cualquiera es válido. Con esto lograremos enfocar la respiración y la mente en el aquí y ahora.
Es importante destacar que los ejercicios de meditación y la práctica del mindfulness podemos llevarlos a cabo por nuestra cuenta, ya que no poseen ninguna complejidad extra, todo dependerá de nuestra pro actividad y constancia.
Si queremos comenzar, pero sabemos que nos costará, lo ideal es contactar con algún experto en el tema, para que nos guíe en esta práctica y podamos ser conscientes de todos los beneficios que ofrece para nuestro organismo.