Ahora que nos hemos metido de lleno en los meses más calurosos del año, es conveniente que adecuemos la dieta de los pequeños de la casa a las temperaturas veraniegas y a lo que realmente deben de comer los niños en verano. Muchas de nosotras nos libramos durante el año de tener que pensar el menú de nuestros hijos porque se quedan a comer en el comedor escolar. Sin embargo, durante los meses de verano, nos toca ingeniárnoslas para cocinar todos los días algo sano y rico para ellos. Además, tenemos el problema añadido de que durante estos meses no conviene abusar de las comidas calientes como sopas u otros platos de cuchara como potajes o guisos, al igual que tampoco conviene abusar de alimentos fritos o procesados.
¿Qué deben comer los niños en verano?
¿Qué conviene cocinar entonces? Como os decimos conviene evitar basarse en comidas calientes, que es mejor reservar para otras épocas del año. Con las altas temperaturas el cuerpo agradece que lo refresquemos durante las comidas. Además, es una buena forma de cambiar un poco la alimentación que se sigue a lo largo del año, que puede llegar a hacerse un poco monótona. Otra cosa muy positiva, es que las comidas de verano son mucho más fáciles y rápidas que hacer, eso significa pasar menos tiempo en la cocina y más tiempo disfrutando de la playa o el aire libre.
Incrementar la ingesta de alimentos con alto contenido en agua
Además de intentar beber más, una de las formas más fáciles de que nuestros hijos tomen más líquido es con los alimentos. La forma más fácil, rápida y sencilla es mediante la fruta de temporada. La sandía y el melón son los más obvios, pero melocotones, cerezas, albaricoques, etc. también aportarán agua al organismo de los más pequeños. Si además los tienes en la nevera, se los tomarán fresquitos y les darán un respiro del calor. A parte de agua, también cabe destacar que las frutas aportan sales minerales que ayudan a prevenir cualquier posible deshidratación. Si además sumamos que están deliciosas… ¡se convierte en el alimento perfecto!
Otra buena forma de que ingieran líquidos es mediante vasos de leche, batidos, zumos o yogures líquidos. Son perfectos para tomar a media mañana o para merendar. Además, son fáciles de comer y vuestro hijo podrá merendar rápidamente para volver a jugar con sus amigos. Ya sabéis que los zumos si son naturales mucho mejor. Pero si no podéis prepararlos vosotros y tenéis que recurrir al supermercado, fijaros en que sean lo más naturales posibles y tengan el mínimo contenido de azúcares añadidos.
Basar su alimentación en comidas ligeras
Como os comentábamos anteriormente, conviene evitar comidas de cuchara con el fin de evitar el subidón de calor que suelen provocar. Pero no es ese el único motivo. Este tipo de guisos suelen ser más copiosos y, por tanto, las digestiones se hacen más difíciles. Con lo que les gusta a los niños pasarse el verano metidos en el agua o jugando, es preferible que ingieran alimentos ligeros que ayuden a tener una digestión normal y que por tanto disminuyan las opciones de sufrir un corte de digestión. El alimento estrella, como ya os imaginaréis, es el gazpacho andaluz. Tomates, pimientos, pepino, aceite de oliva… Son ingredientes con un alto contenido de agua y llenos de vitaminas y nutrientes. Para nuestros hijos podemos elegir comprar variedades más ligeras, con menos contenido en ajo o vinagre, o bien hacerlo nosotros a nuestro gusto, ya sabéis que es un plato facilísimo de hacer y perfecto para el tipo de alimentos que deben comer los niños en verano.
También os aconsejamos que optéis por carnes magras y pescados a la plancha. Son rápidos de cocinar y aportan muchos nutrientes al organismo. Además son ligeros y se pueden aderezar con especias o salsas caseras ligeras para darles un toque diferente y que resulten más apetecibles para los niños.
De la misma forma, el mejor acompañamiento para carnes y pescados son las ensaladas (hay miles de posibilidades) o las verduras crudas o a la plancha. El calabacín, el pepino, la calabaza o la zanahoria están en esta época en condiciones óptimas para su consumo.
Os dejamos algunas sugerencias rápidas, nutritivas y seguro que súper apetecibles para vuestros hijos:
- Gazpacho andaluz: recién hecho con verduras frescas y aceite de oliva virgen aportará muchos nutrientes y tus hijos comerán verduras sin enterarse.
- Ensalada de pasta: se puede preparar con la variedad de ingredientes que más os inspire, por ejemplo: pasta de colores, tomate, lechuga, zanahoria, pepino, jamón york y queso… aceite de oliva virgen y un toque de vinagre harán que sea un plato de diez.
- Ensalada de lentejas: tus hijos podrán comer legumbres de una forma diferente. Lentejas, queso fresco, zanahoria, maiz… innova con sus ingredientes favoritos.
- Ensalada de patatas: patatas hervidas, huevo cocido, aceite de oliva virgen, atún, guisantes…
- ¡Y cualquier cosa que puedas imaginar!
Sencillo, ¿verdad? Haz volar tu imaginación e inventa platos refrescantes para tu hijo y para el resto de la familia. Además, estos platos suelen ser tan sencillos que es una buena forma de pasar tiempo con ellos y enseñarles a elaborar comidas ricas y divertidas. Adaptarse a lo que deben comer los niños en verano puede ser muy divertido, ¡atrévete!