Hoy en día existen una gran variedad de productos que nos ayudan a mantener nuestro hogar limpio y libre de gérmenes. Pero, si hay una herramienta de limpieza poderosa que no debe pasarse por alto esa es la lejía. Desde desinfectar hasta eliminar manchas, la lejía ha demostrado, a lo largo del tiempo, ser una gran aliada en nuestras tareas de limpieza doméstica. 


Gracias a las muestras gratis que hemos seleccionado para ti en nuestra web, puedes comprobar su eficacia y también puedes probar otros productos gratis de limpieza que te facilitarán tus tareas domésticas sin tener que invertir ni un solo euro. 
Si quieres explorar su poder para una limpieza efectiva, en este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre este producto tan versátil.


¿Qué es la lejía?


Gracias a su capacidad para eliminar bacterias, virus y hongos, es una herramienta esencial en la limpieza del hogar. El elemento base de la fórmula moderna es el cloro, generalmente una solución de hipoclorito de sodio. Es decir, su fórmula en términos químicos es NaCIO. Esta sustancia es un fuerte oxidante con un gran poder para desinfectar, limpiar y blanquear. 
Pero no es para nada un producto moderno; se ha utilizado como producto de limpieza desde hace miles de años. Repasemos un poco su historia y los usos más comunes que podemos darle.


Un poco de historia de la lejía


Desde los tiempos del antiguo Egipto, hace miles de años, los egipcios blanqueaban sus vestidos de lino empapándolos en una lejía muy alcalina y desde entonces ha ido evolucionando. En el siglo XVIII, el químico francés Claude Louis Berthollet descubrió que mezclando cloro con agua obtenía un potente blanqueador. Le puso el nombre de ‘Eau de Javel’, en honor a un pueblo cerca de París, pero tuvo muy poco éxito porque resultaba muy irritante para los ojos y los pulmones. Más tarde, fue el químico inglés Charles Tennant quien transformó el ‘Agua de Javel’ en polvo, dando paso a lo que conocemos como lejía moderna. 


Usos más comunes de la lejía

lejía

Ahora que ya conocemos un poco qué es y la historia, veamos cuáles son sus usos más comunes.


Lejía como desinfectante

Tiene un gran poder desinfectante. Diluida en agua se puede usar para limpiar la encimera de la cocina, los baños, los juguetes de los niños y otros lugares que son propensos a albergar gérmenes. También, algunos tipos son aptos para alimentos y echando unas gotas en el agua se utiliza para lavar y desinfectar frutas y verduras antes de consumirlas. 


Lejía como blanqueante de ropa

Si tu ropa blanca ha dejado de estarlo, la lejía es una gran aliada. Añadiendo un poco en el ciclo de lavado le devuelve el blanco impecable a tus prendas, sobre todo si para hacerlo escoges para ropa blanca, un producto pensado especialmente para que no amarillee. 


Lejía para eliminar manchas


Hay pocas manchas que se resistan a su poder. Es perfecta para eliminar las manchas rebeldes en tu ropa blanca. Y si las manchas que no salen las tienes en alguna prenda de color que no admite este producto, puedes usar lejía para ropa de color, con el mismo poder pero sin dañar los colores de tu ropa. Y para una colada perfecta como la de nuestras abuelas, nada mejor que combinar cualquier tipo con jabón de lagarto


Consejos para un uso correcto de la lejía

Es un producto muy eficaz para la limpieza y desinfección de tu hogar, pero se debe usar con responsabilidad y precaución. En primer lugar procura usarla en espacios ventilados para evitar inhalar sus vapores; usa guantes y protege tus ojos al manipularla; y por último, sigue las instrucciones del envase para diluirla correctamente antes de usarla. 


También es muy importante que no la mezcles con amoniaco ni con otros productos químicos ya que reaccionan y es peligroso. En el mercado existen marcas que puedes usar con tranquilidad como la lejía conejo, que tienen lejías combinadas como la lejía con detergente que son seguras si las utilizas siguiendo sus instrucciones. ¡Explora el poder de la lejía y mantén tu casa limpia y segura!