Con la llegada del verano y la tentación de ir a la playa o la piscina para sofocar el calor, es importante que extrememos las precauciones con nuestro bebé. Como ya sabéis, durante los meses veraniegos (sobre todo junio, julio y agosto), la radiación ultravioleta es extremadamente alta. Por ello, debemos de hacer todo lo que esté en nuestras manos para proteger a nuestro bebé del sol.
Los pediatras y los dermatólogos recomiendan evitar la exposición solar durante los 6 primeros meses de vida del bebé. El motivo es que a esa edad son extremadamente sensibles a los efectos negativos del sol. Por un lado, podrían sufrir golpes de calor. Por otro, su piel es muy fina y aún no tienen prácticamente desarrollada la melanina. Esta sustancia, además de ayudar a que nos bronceemos, también nos da cierta protección frente a los rayos solares. Además, los protectores solares contienen sustancias químicas que pueden provocarle irritaciones y alergias a tu bebé.
En este artículo te damos los consejos necesarios para que tu bebé esté protegido y tú puedas disfrutar con él con total tranquilidad:
Crema solar para proteger a nuestro bebé del sol
Como ya hemos dicho, si tu bebé tiene menos de 6 meses, no es aconsejable que le apliques ningún tipo de protector solar. Su piel es extremadamente fina, y los productos químicos de las cremas podrían provocarle irritaciones o alergias. A partir de esa edad, y siempre con mucho cuidado, se le puede empezar a aplicar protector. Eso sí, se aconseja hacerlo sólo en zonas pequeñas y que estén inevitablemente expuestas al sol, como la nariz o las mejillas. La gran mayoría de protectores para niños están aconsejados a partir de 3 años, aunque empiezan a aparecer algunos para los bebés de más de 6 meses.
Tipos de protector solar
Físicos:
Los filtros físicos son reconocibles porque dejan una capa blanca sobre la piel. Su protección se basa en crear una barrera que refleje la luz del sol para que ésta no sea absorbida por la piel. Para los bebés y los niños es la crema más adecuada por dos motivos: cuando la capa blanca desaparezca, sabrás automáticamente que tienes que reaplicarla; además, es más difícil que pueda causar irritaciones o alergias ya que no penetra en la piel. Si tienes que aplicar protector solar a tu bebé de menos de 6 meses, sin duda esta es la mejor opción.
Químicos:
Estos filtros son los más populares y los que todos conocemos. Esta protección solar es absorbida por la piel, por lo que en principio no deja ninguna capa visible. Aunque será más cómodo de usar por su textura, esto nos impedirá el poder descubrir de un sólo vistazo si la capa de protección ha desaparecido. Además, sus compuestos sintéticos pueden causar alergias o irritaciones en la delicada piel de los bebés.
Formatos de protector solar
Hace ya algunos años que están apareciendo en el mercado diferentes texturas y formatos de protectores solares. Además de las clásicas cremas, ahora también podréis encontrar espumas, sprays o geles. Aunque por su textura estos últimos formatos son los más cómodos de utilizar, os recomendamos usar las cremas. Éstas son más hidratantes y además gracias a su formato, será más probable que apliquéis la cantidad de producto apropiada.
Con qué frecuencia utilizar el protector solar
Los protectores solares necesitan un tiempo para ser absorbidos por la piel, por lo que deberás aplicarlos al menos 20 minutos antes de la exposición solar. No esperes a estar en la playa para aplicárselo, ya que durante esos primeros 20 minutos su piel estará desprotegida.
Intentad que la marca que elijáis sea resiste al agua y de la mayor protección posible, es decir, +50. Además, ya sea un protector físico o químico, tendréis que volver a aplicarlo al cabo de 2 horas como máximo.
Todo esto no significa que tengamos que evitar a toda costa el contacto de los rayos del sol con nuestro bebé. Los bebés necesitan Vitamina D para el correcto crecimiento de sus huesos, pero con unos paseos de no más de 20 minutos a primera hora de la mañana o última hora de la tarde será suficiente.
En cualquier caso, ya sea en la playa, en la montaña o dando un paseo, se recomienda evitar la exposición solar a las horas centrales del día (de las 11 h. a las 17 h. de la tarde). A esas horas los rayos llegan de forma vertical y son aún más perjudiciales.
Reflejos solares
¿Habéis pensado alguna vez que la arena, el agua o la hierba reflejan los rayos del sol? Éste es un detalle en el que no solemos caer, y por eso precisamente tenemos que tomar consciencia para que nuestro bebé no sufra quemaduras inesperadas. Además, recordad que aunque esté nublado y pensemos que no hay peligro, lo cierto es que los rayos penetran igual, por lo que no nos debemos confiar para conseguir proteger a nuestro bebé del sol.
Hidratación
Cuando pasamos calor, el cuerpo de los adultos reacciona produciendo sudor como mecanismo de defensa. El cuerpo de los bebés aún no ha adquirido esa capacidad de regulación, por lo que somos los adultos los que tenemos que estar pendientes. Aunque ellos no nos lo pidan, deberemos darles líquidos regularmente. Si el bebé ya es algo más mayor, también podremos aportarle hidratación dándole frutas con alto contenido de agua, como la sandía.
Protecciones físicas
Una de las mejores formas de proteger a tu bebé del sol es vistiéndole con ropa clara, ligera, a poder ser 100% algodón y de manga larga. Además, lo ideal sería protegerle con un gorro con una ala que le cubra tanto la cara como la nuca, que son unas de las partes más expuestas, y así ayudaremos a proteger al bebé del sol. En cualquier caso, la tela de la ropa no protege al 100% de los rayos UV, por lo que tan sólo debemos tomarlo como una protección extra después de haber aplicado crema solar.
Además, lo ideal es que el bebé esté protegido del sol situándonos debajo de una sombrilla lo más tupida posible. Sin embargo, aunque éstas ayudan a bloquear rayos solares, no lo hacen totalmente, por lo que sólo será un complemento a la protección solar y a la que nos ofrece la ropa. Si fuera posible ponernos bajo la sombra de un edificio, la protección sería total.
Proteger a nuestro bebé del sol es muy importante, y es que como ya sabéis la piel tiene memoria. Algunos dermatólogos sostienen que la forma en la que se tome el sol durante los primeros años de vida puede provocar problemas y enfermedades graves de la piel décadas más tarde. Te recomendamos que si tu bebé tiene menos de 6 meses evites ir a la playa, o al menos no lo hagas en las horas centrales. En cualquier caso, aunque evites las horas más peligrosas, toma todas las precauciones posibles, incluso aunque tu bebé tenga más de 6 meses. Siguiendo todos estos consejos conseguiremos proteger a nuestro bebé del sol. Por otro lado, no olvides que consiguiendo muestras gratis de protectores solares como las de Muestras a Casa podrás comprobar cuáles son los que más te convencen.